Fluye
- Libertatem
- 9 abr 2020
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 20 abr 2020
Perspicaz,
como una gota de agua experimentando cualquier textura, atravesando un declive variopinto hasta llegar al fin de su jera.

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Estanco en el algodón de su camisa, fundiéndose con su dermis.

Juego de sutilezas mientras se vislumbra su anatomía.
De nuevo Corrandini talla una de sus esculturas en paños mojados.

Se traspasa al directo de su piel,
las gotas supervivientes alcanzan las dunas del sur.
Ellas recorren los últimos centímetros de su ser.
- ¿llegan al final de su etapa o comienzan una nueva? -
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En cambio, otras de ellas quedaron paralizadas en el borde del palco. Desde allí no sabían qué dirección tomar.
Simplemente regresaron al lugar de origen.
Gravedad cero.
A pesar de ello, sienten el impulso de brotar, rebosar, volver al costumbrismo de su recorrido, igual pero diferente, dando a cada una de ellas un significado distinto.
Y así, perderse de nuevo en el precipicio de su comisura. Desde allí, ¿ya serían libres de elegir su travesía? Quizá serían esclavizadas a su fin.
Sutileza del fino de una aguja
Ikigai le ayudó a estrujar la camisa, cayendo la presión.
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Pensamientos de una sola lectura.
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